Bolivianos en Argentina
Conflicto. La violencia se desató de nuevo por unas horas en Villa Soldati. Hay dos mil efectivos custodiando el parque Indoamericano. Se distribuye ayuda humanitaria a ocupantes.
Roberto Navia - Buenos Aires
El pecado que un ser humano puede cometer en las inmediaciones de la villa Soldati, al sur de la ciudad de Buenos Aires, es decir que es boliviano, y no es un pecado cuaquiera, es mortal.
La toma del parque Indoamericano de villa Soldati por parte de gente que vivía en las villas miseria de la capital argentina, entre ellos inmigrantes bolivianos, peruanos, paraguayos y también argentinos, ocurrida desde hace cinco días y que hasta ahora registró cuatro muertes confirmadas, tres de ellos compatriotas, despertó un sentimiento xenofóbico que tiene su epicentro en las calles que están al frente de dicha área verde y donde viven vecinos que expresan su furia rodeando en masa a quienes pasan por ahí y cometan la imprudencia de decir que son bolivianos.
“Aquí a los bolitas los vamos a cagar a palo porque son buenos para lotear y traficar con droga”, así increparon ayer en la tarde varios ciudadanos argentinos al equipo de prensa de EL DEBER que llegó a Buenos Aires para cubrir la toma de ese predio que derivó en hechos violentos.
“A los bolivianos que están dentro del parque no les podemos hacer nada porque están custodiados por ahora, pero sí a los que se atrevan a pasar por esta zona”, amenazaban, y a 50 metros de ahí un grupo de diez gendarmes miraba pasivamente.
Cinco minutos después de aquel momento caliente, uno de los gendarmes recomendó no cometer el pecado de decir que son bolivianos. “Qué sé yo, digan que son de cualquier parte del mundo, menos boliviano, porque eso puede derivar en un quilombo (violencia)”, remarcó la autoridad que fue puesta ahí por el Gobierno nacional para evitar que la crisis llegue a mayores.
Dos horas después, cuando empezó a caer la noche, un grupo de vecinos que intentaba retomar el Parque Indoamericano arremetió contra los gendarmes que resguardan desde el sábado el acceso al predio. La refriega se registró con piedrazos por parte de los civiles y con gases lacrimógenos por el de los uniformados.
Esta escena sucedió justo cuando parecía que la situación comenzaba a tranquilizarse tras el ingreso de Gendarmería después de que el jueves y el viernes se registraran las muertes. También ocurrieron agresiones hacia varios periodistas, incluyendo argentinos, para evitar que informen sobre los ocupantes que permanecen en el parque.
Mientras eso sucedía, dentro del parque el Gobierno argentino llevaba a cabo un censo para saber la cantidad de personas que están viviendo en carpas y casuchas de paja. Hasta las 19:00 de ayer ya había 2.100 personas registradas y eso representaba el 50% de los que tomaron los terrenos en Soldati.
Dentro del parque, algunos bolivianos reforzaron su convicción por seguir loteando. Y los motivos que ponían era que sí o sí se harán de un pedazo de suelo y que están evitando salir del lugar porque poner los pies fuera de la zona es prácticamente jugarse la vida. “Tenemos miedo a ser cazados como animales por los vecinos argentinos que están molestos con la colectividad boliviana”, dijo José Mamani.
Mamani cree que la xenofobia no ha sido alimentada sólo por la toma del parque de Soldati, sino por la declaración que hizo el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, opositor a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Macri dijo que la actual crisis no tiene origen en la falta de viviendas sociales, sino en todo este avance de la inmigración ilegal, donde se oculta el narcotráfico y la delincuencia.
Esta aseveración ha hecho que los connacionales vivan en total inseguridad. Josefina Quispe, madre de cinco hijos y experta en cosechar tomates, dijo que en las escuelas están acosando a sus hijos y también viajar en el colectivo o en el metro tiene su riesgo sólo por ser bolivianos.
Comisionado de la ONU pide respeto
El representante en Bolivia del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Denis Racicot, contactado por el diario Página12, expresó su preocupación por la situación de migrantes bolivianos en Argentina, a propósito de los sucesos en Buenos Aires, donde perdieron la vida ciudadanos nacidos en ese país. Según el diplomático, lo que se debe hacer es "evitar más enfrentamientos con violencia".
Convocó a las autoridades competentes a buscar una solución en el marco de respeto a los derechos humanos de las personas. Pidió que se investiguen los hechos y resaltó que los bolivianos que están en Argentina tienen la protección de la ley como todo ciudadano.
Con relación a los brotes de xenofobia en Buenos Aires, el cónsul boliviano en esa ciudad, Antonio Bal, dijo que no es que todos los argentinos se hayan levantado contra los bolivianos, sino que son pequeños grupos que se encuentran desinformados de que se trataría solamente de ciudadanos bolivianos, pero que en realidad hay peruanos, paraguayos y argentinos. De hecho, indicó que el representante global de toda la ocupación es un argentino.
Señaló que el cuerpo diplomático boliviano ha llamado a la calma a colectividad boliviana para evitar una mayor espiral de violencia, puesto que incluso estaban pensando en realizar una marcha. /DM
Jueza verificó ayuda a los migrantes
Ayer la jueza Elena Liberatori efectuó una inspección y verificó que la ayuda humanitaria a las familias asentadas en esa área les está llegando. Dijo estar muy conmovida por la situación de vulnerabilidad en que se encuentran y afirmó que el problema de fondo es el acceso a una vivienda digna. Sostuvo que tanto la constitución porteña de la ciudad de Buenos Aires como la nacional argentina, así como los tratados internacionales garantizan los derechos de las personas.
“Es imposible decir esto está anormal porque uno sabe todo lo que ha pasado. Desde lo personal a mí me conmueve tremendamente la situación de vulnerabilidad extrema que he podido comprobar y eso es conmovedor”, dijo a Radio 10.
A los ocupantes desde el sábado les han entregado agua, alimentos y sanitarios.
Hoy el Consulado de Bolivia empezará a documentar a todos los compatriotas que no tienen documentos legales.
De igual modo, hoy la colectividad boliviana que está organizada en la Asociación Civil Federativa Boliviana, tiene previsto dar una conferencia de prensa para aclarar que no apoya las tomas ilegales. /
El pecado que un ser humano puede cometer en las inmediaciones de la villa Soldati, al sur de la ciudad de Buenos Aires, es decir que es boliviano, y no es un pecado cuaquiera, es mortal.
La toma del parque Indoamericano de villa Soldati por parte de gente que vivía en las villas miseria de la capital argentina, entre ellos inmigrantes bolivianos, peruanos, paraguayos y también argentinos, ocurrida desde hace cinco días y que hasta ahora registró cuatro muertes confirmadas, tres de ellos compatriotas, despertó un sentimiento xenofóbico que tiene su epicentro en las calles que están al frente de dicha área verde y donde viven vecinos que expresan su furia rodeando en masa a quienes pasan por ahí y cometan la imprudencia de decir que son bolivianos.
“Aquí a los bolitas los vamos a cagar a palo porque son buenos para lotear y traficar con droga”, así increparon ayer en la tarde varios ciudadanos argentinos al equipo de prensa de EL DEBER que llegó a Buenos Aires para cubrir la toma de ese predio que derivó en hechos violentos.
“A los bolivianos que están dentro del parque no les podemos hacer nada porque están custodiados por ahora, pero sí a los que se atrevan a pasar por esta zona”, amenazaban, y a 50 metros de ahí un grupo de diez gendarmes miraba pasivamente.
Cinco minutos después de aquel momento caliente, uno de los gendarmes recomendó no cometer el pecado de decir que son bolivianos. “Qué sé yo, digan que son de cualquier parte del mundo, menos boliviano, porque eso puede derivar en un quilombo (violencia)”, remarcó la autoridad que fue puesta ahí por el Gobierno nacional para evitar que la crisis llegue a mayores.
Dos horas después, cuando empezó a caer la noche, un grupo de vecinos que intentaba retomar el Parque Indoamericano arremetió contra los gendarmes que resguardan desde el sábado el acceso al predio. La refriega se registró con piedrazos por parte de los civiles y con gases lacrimógenos por el de los uniformados.
Esta escena sucedió justo cuando parecía que la situación comenzaba a tranquilizarse tras el ingreso de Gendarmería después de que el jueves y el viernes se registraran las muertes. También ocurrieron agresiones hacia varios periodistas, incluyendo argentinos, para evitar que informen sobre los ocupantes que permanecen en el parque.
Mientras eso sucedía, dentro del parque el Gobierno argentino llevaba a cabo un censo para saber la cantidad de personas que están viviendo en carpas y casuchas de paja. Hasta las 19:00 de ayer ya había 2.100 personas registradas y eso representaba el 50% de los que tomaron los terrenos en Soldati.
Dentro del parque, algunos bolivianos reforzaron su convicción por seguir loteando. Y los motivos que ponían era que sí o sí se harán de un pedazo de suelo y que están evitando salir del lugar porque poner los pies fuera de la zona es prácticamente jugarse la vida. “Tenemos miedo a ser cazados como animales por los vecinos argentinos que están molestos con la colectividad boliviana”, dijo José Mamani.
Mamani cree que la xenofobia no ha sido alimentada sólo por la toma del parque de Soldati, sino por la declaración que hizo el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, opositor a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Macri dijo que la actual crisis no tiene origen en la falta de viviendas sociales, sino en todo este avance de la inmigración ilegal, donde se oculta el narcotráfico y la delincuencia.
Esta aseveración ha hecho que los connacionales vivan en total inseguridad. Josefina Quispe, madre de cinco hijos y experta en cosechar tomates, dijo que en las escuelas están acosando a sus hijos y también viajar en el colectivo o en el metro tiene su riesgo sólo por ser bolivianos.
Comisionado de la ONU pide respeto
El representante en Bolivia del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Denis Racicot, contactado por el diario Página12, expresó su preocupación por la situación de migrantes bolivianos en Argentina, a propósito de los sucesos en Buenos Aires, donde perdieron la vida ciudadanos nacidos en ese país. Según el diplomático, lo que se debe hacer es "evitar más enfrentamientos con violencia".
Convocó a las autoridades competentes a buscar una solución en el marco de respeto a los derechos humanos de las personas. Pidió que se investiguen los hechos y resaltó que los bolivianos que están en Argentina tienen la protección de la ley como todo ciudadano.
Con relación a los brotes de xenofobia en Buenos Aires, el cónsul boliviano en esa ciudad, Antonio Bal, dijo que no es que todos los argentinos se hayan levantado contra los bolivianos, sino que son pequeños grupos que se encuentran desinformados de que se trataría solamente de ciudadanos bolivianos, pero que en realidad hay peruanos, paraguayos y argentinos. De hecho, indicó que el representante global de toda la ocupación es un argentino.
Señaló que el cuerpo diplomático boliviano ha llamado a la calma a colectividad boliviana para evitar una mayor espiral de violencia, puesto que incluso estaban pensando en realizar una marcha. /DM
Jueza verificó ayuda a los migrantes
Ayer la jueza Elena Liberatori efectuó una inspección y verificó que la ayuda humanitaria a las familias asentadas en esa área les está llegando. Dijo estar muy conmovida por la situación de vulnerabilidad en que se encuentran y afirmó que el problema de fondo es el acceso a una vivienda digna. Sostuvo que tanto la constitución porteña de la ciudad de Buenos Aires como la nacional argentina, así como los tratados internacionales garantizan los derechos de las personas.
“Es imposible decir esto está anormal porque uno sabe todo lo que ha pasado. Desde lo personal a mí me conmueve tremendamente la situación de vulnerabilidad extrema que he podido comprobar y eso es conmovedor”, dijo a Radio 10.
A los ocupantes desde el sábado les han entregado agua, alimentos y sanitarios.
Hoy el Consulado de Bolivia empezará a documentar a todos los compatriotas que no tienen documentos legales.
De igual modo, hoy la colectividad boliviana que está organizada en la Asociación Civil Federativa Boliviana, tiene previsto dar una conferencia de prensa para aclarar que no apoya las tomas ilegales. /
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